1. El profesor y el diálogo comunicativo.
3.1. La identidad del profesor: rol,
status y adscripción.
Para que haya un diálogo comunicativo es necesario la presencia de dos
actores el ego y el alter, en la
acción pedagógica también aparecen estas figuras el ego-profesor y el alter-alumno, cada uno ejerce un rol o
papel en una institución escolar, pero ¿cómo se construye su identidad?.
La identidad según Feuerbach es una relación dual entre un yo sujeto de
mi propia acción y un yo como objeto para la acción del otro. En esta relación
el otro me dice lo que soy y lo que significo, es un proceso de identificación.
Así la persona y el hombre son una conciencia construida por una relación en la
que el yo se refleja en el tú y sólo desde ese reflejo se es quien se es, es
decir adquiere identidad por medio de la interacción.
Esta dualidad se logra cuando el
yo-ego es reconocido por el alter que le devuelve el yo-ego como imagen
(identidad) y se reconoce como miembro de un grupo social. Según la psicología
experimental y positiva la identidad se adquiere cuando mi existencia descubre
que soy algo para el otro, y que por ende al saber que soy diferente al otro y querer algo de él y
él de mí, nos puede hacer incompatibles, así
reconocemos al alter como lo
opuesto, lo diferente a mí, lo cual hace
que me identifique e identifique a los demás.
Las culturas se constituyen por la identificación de opuestos, al vernos
en los otros, me veo y nos vemos, por medio de la mediación del otro y de los
otros es posible crear una imagen del mundo y de uno mismo. Esta interacción
del yo con la realidad tiene tres dimensiones para la construcción de la
identidad:
·
La material: todo lo que me rodea.
·
La espiritual: capacidades,
disposiciones y aptitudes.
·
La social: el reconocimiento de los
otros.
Según las características de las
dimensiones podemos crear un yo
diferente en cada grupo social al que nos integramos, en cada grupo nos
identificamos y nos identifican y así obtenemos un rol diferente en cada
espacio, al ser, reconocer y ser
reconocidos de diferente manera en cada tipo de interacción. Dice Mead
”El individuo se experimenta a sí mismo como tal, no directamente sino
indirectamente, desde los puntos de vista particulares de los miembros
individuales del mismo grupo social o desde el punto de vista generalizado del
grupo social”.
Al ser reconocido de diferente manera por determinado grupo social, se
van adquiriendo funciones y formas de actuar, así se nos otorga un papel de padre, hijo, ingeniero,
profesor, a este significado social l se
le denomina rol. La amalgama de roles que se nos asignan cotidianamente nos dan
la personalidad y una valoración social, por una parte la adscripción que es el
desempeño del yo-ego y el estatus la posición social. Sería pues ocupar un estatus o jerarquía
siendo padre o hijo, profesor o alumno, directivo u operativo, etc. Según el desempeño y función se le otorga un
valor positivo o negativo, una adscripción.
En las aulas educativas existen dos roles el del profesor y el del
alumno, cada uno desempeña una función: la del profesor de interpretar
conocimientos y transmitirlos al alumno, de ser un guía y facilitador del
aprendizaje y el alumno de aprender, de interiorizar el conocimiento. El
desempeño de los roles configuran la adscripción, se puede decir que un
profesor es tolerante, autoritario, formal, etc.
Los profesores ejecutan un rol
docente, la institución les otorga un estatus,
el cual provee lo provee de autoridad y legitimidad institucional: es el que
conoce sobre algo y el que sabe enseñar, además tiene el poder de la
acreditación del aprendizaje del alumno. Ya en la interacción con los alumnos
éstos le otorgan una adscripción: autoritario, preparado, tolerante,
competente, etc.
El posicionamiento se basa en el grado de aceptación y credibilidad que
el docente logra en el desempeño de su rol tanto en forma presencial como
virtual. Se va construyendo con la interacción con el grupo, si logra obtener
una imagen positiva con los alumnos, ser creíble se le reconocerá
positivamente. Así serán transmitidos o inculcados los conocimientos con mayor
probabilidad de éxito.
Abraham considera que los profesores tienen credibilidad
porque los alumnos lo perciben: respetuoso de los alumnos, auténticos
y conocedores de su materia.
2.2. El papel de la comunicación en la
construcción de la identidad docente.
Para conformar la identidad desde la comunicación primero tenemos que
observar que el yo-ego-profesor surge a partir de que analiza, comprende, asume
e interioriza la visión de su propia existencia (hetero-imagen). Al ver cómo
los demás responden a sus acciones y las incorpora a la auto-imagen de yo-ego.
Este proceso comunicativo requiere de un trabajo expresivo de yo-ego, al emitir
alguna expresión y que tú-alter la
percibe y responde de manera positiva o negativa.
La dramaturgia es persibida por el alter-grupo escolar quien lo
convierte en una expresión que devuelve al ego-profesor. De esta manera el
profesor entiende, ajusta, refuerza o cambia su rol. El diálogo entre el docente y el grupo se crea entonces en
tres momentos:
·
El grupo percibe la imagen que expresa
el profesor.
·
Los alumnos responden por medio de una
expresión al profesor
·
El profesor constela su imagen al
ajustar la auto-imagen con la hetero-imagen.
2.3. La credibilidad en el diálogo
comunicativo pedagógica.
La acción pedagógica esta sustentada y fundamentada en la credibilidad
del profesor. Ésta tiene dos dimensiones:
Dimensión institucional: La institución reconoce su aptitud para la
docencia.
Dimensión comunicativa: Se forma por
la interacción con el grupo, así se forma una imagen positiva o
negativa. El profesor debe expresar tres competencias:
1.- Capacidad para ejercer su autoridad con legitimidad y sin
autoritarismo.
2.- Capacidad para realizar dramaturgias escolares no estereotipadas que
muestren a ego-profesor como congruente entre lo que dice y hace.
3.- Capacidad de manejar los contenidos con conocimiento y didáctica
pertinentes.
EL
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